Planta Constitución cumple 50 años impulsando desarrollo desde el Maule al mundo
CorporativoTecnología, eficiencia y compromiso local marcan el medio siglo de funcionamiento de una industria que transformó Constitución
Desde que inició sus operaciones en 1975, esta planta de celulosa se ha consolidado como uno de los polos industriales más relevantes del Maule, generando empleo, innovación y desarrollo sostenible para la región y el país.
El hito de conmemoración, realizado en las propias instalaciones de la planta, reunió a ejecutivos y trabajadores de la empresa, autoridades regionales y comunales, dirigentes históricos, líderes comunitarios y vecinos de distintos sectores de la comuna. El evento marcó un emotivo punto de encuentro entre distintas generaciones que han sido parte de esta historia.
La jornada fue un recorrido por estas 5 décadas y un homenaje a quienes han sido parte del crecimiento de la planta y la comuna, reafirmando el compromiso de seguir construyendo, desde Constitución, un desarrollo sostenible para las personas y el planeta.
De Maule al Mundo
Instalada entre el cerro y el mar, tal como la definieron sus primeros planos elaborados por ingenieros franceses, la planta se dedica a la producción de celulosa no blanqueada tipo UKP, elaborada a partir de madera de pino cultivado en bosques sostenibles. Este producto es exportado a diversos mercados globales y utilizado en la fabricación de papeles de embalaje, cartones, fibrocemento y envases especiales. Su uso es cotidiano, desde bolsas de pan hasta papelógrafos escolares.
“Planta Constitución es la planta en operación más antigua de la compañía y un símbolo de nuestra evolución. Ha sido clave en nuestro tránsito de una empresa local a una compañía global, sin perder nunca el vínculo ni el orgullo por nuestros orígenes en esta querida ciudad”, sostuvo Cristián Infante, Gerente General de ARAUCO.
Historia
En los años 60, la propia comunidad organizó cabildos ciudadanos para impulsar la instalación de la planta. Desde entonces, la relación con el territorio ha sido estrecha, traduciéndose en proyectos como el Programa de Reconstrucción Sustentable (PRES) tras el terremoto de 2010, o la formación escolar de generaciones de familias a través del Colegio Constitución, creado en 1980, hoy reconocido entre los mejores del país.
La llegada de la planta también dinamizó el turismo económico en la ciudad, con alojamientos, servicios y comercio que se activan especialmente durante eventos industriales como las Paradas Generales de Planta (PGP), que este año movilizarán a más de 1.200 trabajadores temporales.
Futuro
Hoy, más del 80% de sus residuos son reutilizados y se está incorporando un sistema de monitoreo en línea para emisiones, junto con iniciativas de eficiencia energética y generación de energía renovable a partir de biomasa.
Junto a otras instalaciones industriales y forestales de la zona, como el Vivero Quivolgo, con cerca de un millón de plantas, o el Complejo Viñales, que genera energía limpia a partir de subproductos de la madera, Planta Constitución es parte de un ecosistema que combina desarrollo, conservación y empleabilidad local.
A 50 años de su inicio, esta operación sigue proyectándose hacia el futuro con el mismo espíritu con el que nació: ser un puente entre el bosque y las personas, entre la innovación y el cuidado del entorno, entre Constitución y el mundo.