Arauco firma acuerdo con la Comunidad indígena de Hueima y la Municipalidad de Lanco para resguardar histórica cascada
CorporativoLa Comunidad Mapuche de Hueima, la Municipalidad de Lanco y Arauco, firmaron un acuerdo histórico para resguardar y poner en valor la Cascada Hueima, un sitio de profundo significado cultural ancestral para el pueblo mapuche y de gran valor histórico, social y ambiental.
La cascada se encuentra al interior del predio Santa Inés, propiedad de Arauco, en la comuna de Lanco, y ha sido reconocida por la comunidad indígena de Hueima como un lugar sagrado, donde desde tiempos antiguos se transmitieron conocimientos sobre las plantas, el agua y el respeto hacia la naturaleza. Allí, los ancianos dedicaban a los recién nacidos a los espíritus del agua, asegurando la continuidad del saber oral y espiritual.
“Creemos que el desarrollo se construye de la mano con las comunidades y en respeto a la memoria cultural y ambiental de cada territorio. Este acuerdo es una muestra de cómo es posible conciliar la protección del patrimonio natural y cultural con la visión de futuro compartida, asegurando que Hueima siga siendo un espacio vivo para las próximas generaciones”, señaló Juan Anzieta, Gerente de Patrimonio y Sustentabilidad de Arauco.
Arauco impulsó junto a la comunidad indígena de Hueima un proceso de relacionamiento intercultural, conformando una mesa de trabajo que integró también a organizaciones sociales del sector y al municipio de Lanco. Esta instancia de diálogo permitió recoger la visión local y avanzar en acciones concretas, como la construcción de senderos, miradores e infraestructura que facilitan un acceso seguro, promoviendo la valoración de este lugar para la comunidad y visitantes.
Con esta firma, Arauco otorga al Municipio de Lanco el usufructo del terreno, a solicitud de la propia comunidad, consolidando así un modelo de gestión tripartita que reconoce el liderazgo local y municipal en la administración del sitio.
Este acuerdo reafirma la virtud de las alianzas para avanzar hacia un modelo de desarrollo que respete la ancestralidad mapuche, la memoria histórica y la sustentabilidad ambiental, asegurando que la Cascada Hueima no sea solo un atractivo escénico, sino un lugar vivo de enseñanza, espiritualidad y encuentro comunitario.