De la utopía a la realidad

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Publicado el 30-10-1999

Pensemos en la misma torre, la misma tecnología y el mismo equipo. En un mes produce 1.556 m3; luego, 2.954; al mes siguiente, 3.163; salta a 5.473; y, en septiembre, 6 meses desde su puesta en marcha, alcanza 9.063 m3.

La gran pregunta es ¿qué se hizo distinto?
Para todo el equipo Chillán hay varios factores. Juan Pablo Ventura, Subgerente de Producción, lo grafica muy bien. Por historia y tradición la cosecha en altas pendientes ha sido un proceso necesario, pese a lo complejo y difícil.

Lo primero que hicimos fue preguntarnos cómo derribamos paradigmas a nivel externo e interno para transformar las faenas con torres en una operación productiva y de bajo riesgo. ¿Cuáles fueron las palancas?

Oportunidad: El promedio de una línea de producción tradicionalmente era de 2.700 m3. Lograr los 9.000 m3 pavimentó el camino para replicar el modelo a otros.

Capital humano: Armar grupos de alto desempeño fue el objetivo principal para seleccionar y formar a las personas que integrarían CIMA por parte de la Academia Forestal. A su vez, la oportunidad de los instructores para incorporar nuevos aprendizajes y aumentar el rendimiento de futuros operadores ha permitido consolidar aprendizajes.

Trabajo en equipo: Alta coordinación con otras unidades, planificación y operación para operar maquinarias y maximizar rendimientos modificando la forma y planificación de las líneas, mejoras en el mantenimiento preventivo y correctivo, mayor experiencia de los operadores, instaladores y mantenedores, etc. En resumen, un objetivo común claro.

Ya no hay paradigmas. Se han roto. Y recién esto comienza, dice entusiasmado Patricio Méndez. Recuerda que cuando se hablaba de 9.000 m3 todos lo veían como una utopía. Una meta que estaba ahí sólo como un número. Ahora, si miran hacia atrás dicen que en julio comenzaron a verla como una posibilidad. Es más. Cada uno de los jefes en su interior se decían que sí era alcanzable, pero nadie quería hablarlo en voz alta.

“Este logro es para sacarse el sombrero. Una travesía que me llena de alegría porque hemos llevado al máximo la creatividad e innovación de todo el equipo. Sentimos orgullo del avance, del mayor entendimiento y feedback que hemos recibido de toda la Compañía. Nos hemos comprometido con la innovación y ser los primeros en lograr las metas. Estoy contento del logro porque hemos planificado algo que no estaba escrito y que sólo imaginábamos en nuestra cabeza. Hemos anticipado las jugadas lo que ha requerido mucha concentración”, sostiene Sebastián Trigo, Jefe Planificación.

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