FURŌ: agilidad, industrialización y sustentabilidad en madera

Publicado el 08-09-2023

«No somos una empresa de construcción prefabricada», aclara Javier Peró, fundador de FURŌ (fluir en japonés), al ser consultado por las características de su empresa. A través de la metodología ágil, la industrialización y la optimización del diseño y los procesos en la construcción buscan crear proyectos más eficientes y sustentables. Es así que, luego de un interés particular, casi filosófico, y diversos procesos de iteración, escogieron madera laminada como elemento constructivo.

 

La apuesta de FURŌ, empresa de construcción industrializada en madera, se enmarca dentro de la necesidad de viviendas sociales en Chile, que se estima son poco más de 640 mil, según el Catastro Nacional de Campamentos 2020 – 2021 y la meta de carbono neutralidad comprometida por el país a 2050.

Como filosofía, buscan optimizar en el diseño y en los procesos de construcción, reducción de residuos, costos e impacto ambiental. En este camino, luego de ensayo y error, llegaron a la madera laminada. En conversación con HILAM, Javier Peró, fundador y gerente general de FURŌ nos contó cómo ha sido la historia del equipo, el surgimiento y su consolidación.

 

¿Qué significa FURŌ y cómo surgió el equipo?

Soy ingeniero de profesión, y tengo un diplomado en arquitectura sustentable, trabajé inicialmente en minería, pero después derivé a temas diferentes: consultoría, finanzas y tecnología. Fundé hace más de 10 años Kyklos, una empresa relacionada a la economía circular, que se dedica a resolver problemas muy complejos y paradigmas ambientales difíciles de romper. Pero siempre he tenido la inquietud por la construcción y sus dilemas: cómo lograr hacer que esta sea un proceso más limpio, que fluya y que al mismo tiempo conviva de manera más armónica con el entorno. Así, el 2020, me junté con mi socio y amigo de la vida Ignacio Durruty y nos lanzamos! Hoy día somos más de 25 profesionales trabajando por el mismo propósito.

Nos dimos cuenta de que había un problema grande en términos de trabas, hay mucha ineficiencia en la cadena de construcción. En general, tenemos personas que están conceptualizando un proyecto a un cliente, después hay una oficina de arquitectura que se dedica a diseñar, pero no está pensando en la construcción. Después, hay una constructora que está pensando en construir, existen diversos proveedores de materiales y cada uno vela por su propio interés, que está bien.

Y yo pensé ¿cómo resolver este puzzle y destrabarlo? Había que mirarlo de manera integral, cómo pensamos un proyecto desde el inicio hasta el final, conceptualizando bien, de forma de que esto fluya y FURŌ salió de ahí, de fluir. FURŌ es fluir en japonés.

También nos interesaba el tema de la sostenibilidad. Yo vengo de trabajar mucho en eso y la madera era para nosotros uno de los elementos principales para crear esta solución. Y bueno, hubo una inspiración inevitable en los japoneses, que son muy buenos constructores en madera.

 

¿Cómo FURŌ pretende aportar a la industria de la construcción?

Nacemos como una empresa de impacto. Estamos buscando un triple impacto: ser una empresa sustentable económicamente, pero al mismo tiempo, resolver un problema ambiental y sobre todo, un problema social. Hoy día existe un déficit de vivienda gigantesco y yo creo que tiene que ver justamente con esto, con que no hemos sido capaces de resolver el puzzle.  Estas ineficiencias que hay en la cadena hacen que las personas no puedan tener una vivienda.

La tecnología ya existe, al final son temas que tienen que ver con las “trabas humanas» y normativas. Obviamente hay un desafío de ingeniería también, en encontrar las soluciones, ver qué material, proveedores, etc.

 

En esta búsqueda, llegaste a la construcción en madera…

Esto se explica por diversas cosas que van ocurriendo: los trabajos que hice antes, lo que he visto, las tendencias globales, cuáles son los beneficios de la madera, que es de los pocos materiales de construcción de carbono positivo, considerando el problema actual que tenemos con la huella de carbono. Los demás materiales no son renovables como la madera. Entonces me pregunté ¿por qué no hacer estructuras con madera?

La madera es un elemento que me ha atraído toda la vida, es más natural, más orgánico y sumado a que Chile es un tremendo productor de madera. Ahí ocurre una dicotomía extraña: somos un país a nivel forestal muy fuerte, pero nuestra construcción no tiene nada que ver con la madera. Al revés, yo diría que en Chile la construcción que tiene buena reputación es de hormigón o acero y la de madera tiene mala reputación. La casa de madera no está considerada como sólida, y tiene que ver con que la vivienda informal se hace con madera.

Es un paradigma que tenemos que romper. Porque si vamos a Canadá, Noruega o el resto de países nórdicos, las casas son de madera. En Japón, las grandes construcciones, las de mejor calidad, son en madera.

¿Cómo aporta la madera a tu visión en términos de eficiencia u optimización de tus procesos?

Ha sido muy interesante, porque nosotros con Ignacio nos arriesgamos: conseguimos fondos, riesgo 100%, nos juntamos con algunos inversionistas y les dijimos: esto es un piquero, no sabemos en qué va a resultar, si vamos a lograr algo o si se va a perder todo.

Y tuvimos la agradable sorpresa de que la madera es un tremendo material para trabajarlo, tiene muchas condiciones, no solamente por la sustentabilidad, sino que es un material muy fácil de trabajar, cortar, pegar, unir, es muy moldeable.

Segundo, es un material que tiene muy buenas propiedades térmicas y de resistencia al fuego. Uno podría pensar que la madera se quema, sí, pero cuando uno se interioriza en el tema, no necesariamente es peor que el acero, que se derrite o se dobla.

La madera es liviana, por ende, también te permite simplificar la obra, que es nuestra visión, cómo ser más eficientes y bajar los costos. Si tenemos materiales livianos, eliminamos maquinaria, no necesitamos grúa por ejemplo.

Siempre estamos pensando en cómo simplificar la obra, cómo trabajamos la industrialización de las partes desde el diseño y después cómo armamos en obra de la forma más simple posible. Por eso es que no somos una empresa que yo consideraría de construcción prefabricada, donde hacemos todo en la fábrica y transportamos a la obra, listo. Estamos entre lo prefabricado y lo tradicional, somos un híbrido, preparamos todas las estructuras para que se puedan ensamblar de forma más simple en la obra. Y la madera ha sido un tremendo aliado.

Esto no quiere decir que no usemos otras cosas, usamos hormigón para ciertas partes cuando es eficiente y acero cuando se necesita.

 

¿Cómo es el residuo en obra en el caso de la madera?

Más allá de si es madera o no, nosotros eliminamos el residuo en obra porque justamente industrializamos las partes y eso es un súper buen punto. Hoy, un tercio de los residuos que se generan en el país son de la construcción y es un tema que se ha avanzado poco, hay un problema ahí, y justamente al preparar todo en una fábrica en un ambiente controlado, logramos que después,  las obras sean súper limpias y las mermas sean muy bajas.

 

¿Y cómo aporta Hilam en tu negocio?

Partimos sin usar Hilam, usábamos madera, pero de otros tipos, como madera aserrada y terciado y no estábamos usando madera laminada porque creíamos que era muy cara y que se nos iban a elevar los costos.

Luego de reunirnos con el equipo de HILAM y conversar respecto de las ventajas de usar MLE vimos que habian posibilidades de trabajar el material en nuestros proyectos, empezamos a usar madera laminada para hacer ciertos refuerzos y nos fuimos dando cuenta de que, dependiendo cómo la usáramos, no era tan cara, porque efectivamente todo se evalúa sobre la base del material, pero cuando uno ve el costo final, el material es solo un tercio de los costos, porque los otros dos tercios son mano de obra, especialista, diseño, gastos generales y otras cosas.

La madera laminada nos permitía rebajar mucho los otros costos, porque es un material muy versátil, muy eficiente y muy resistente.

El proceso de iteración resultó en que nuestra estructura es como un caparazón aislante. FURŌ hoy se basa en una estructura que resuelve al mismo tiempo pilares, vigas y envolvente térmica. Es una envolvente aislante/estructurante. En lugar de usar grandes estructuras para pilares y vigas y después panelizar y aislar, nosotros resolvemos los dos puntos al mismo tiempo, a través de la repetición de estructuras de madera laminada continuas con aislación incorporada. Entonces, esto se traduce en una eficiencia mucho mayor en cantidad de metros cúbicos de madera que se usan por metro cuadrado de casa. Es decir, si usamos en una construcción de madera tradicional X cantidad de metros cúbicos por metro cuadrado, hoy estamos logrando usar la mitad, entonces es muy eficiente en términos de material.

 

Y respecto al proceso de construcción…

Como FURŌ somos una empresa integrada, esto quiere decir que dentro del equipo tenemos arquitectos, ingenieros que ven estructuras, tenemos una constructora y una fábrica-laboratorio. Cuando tenemos un proyecto, lo miramos de forma integral de inmediato y al mismo tiempo, nos conectamos con los proveedores. Entonces, llegamos a un equilibrio entre ingeniería que vela por las estructuras, para que la casa sea resistente y funcione bien; arquitectura, que se dedica a los espacios y las luces; lo ejecutivo, que se preocupa que sea eficiente en los costos y la constructora, que busca que sea fácil de montar.

Todo esto se une con los proveedores. ¿Hilam nos puede proveer de esto que necesitamos? A lo mejor se lo podemos pedir de cierta forma para eliminar un proceso en la fábrica, por eso es tan fundamental la alianza que tenemos con Arauco, porque todo lo que diseñamos, estamos pensando también en que sea eficiente para ellos en proveernos el material. De hecho, la viga Hilam que nosotros les compramos, se hace especialmente para nosotros, porque esa es la escuadría eficiente para FURŌ, que también es eficiente de fabricar para la planta de Arauco. Nosotros sabemos que si nos pueden proveer de esa viga, la pueden producir a bajo costo y para nosotros es eficiente recibirla de esa forma , pagar ese costo y diseñar con esa viga.

Al final, esto es 100% colaborar y cooperar para llegar a un resultado final mejor.

 

¿Cómo ves FURŌ en 10 años más?

Ojalá podamos ser un actor más en el ecosistema que haya encontrado una solución muy eficiente y masiva que esté resolviendo un problema de impacto social.

Nos gustaría construir viviendas de formato económico, una buena solución, de alta calidad y sostenible. Queremos generar mucho trabajo, que la madera se expanda, que nuestra tecnología se utilice de forma global y que la madera sea un material terminado, de valor agregado.

Ser capaces de producir de manera elástica, montando producción temporal con baja inversión, esto es un punto clave para nosotros, para escalar debemos generar una tecnología basada en activos livianos, para responder a la elasticidad de la construcción y a la globalización.

También tenemos el desafío de lograr mayor altura, llegar a edificios, porque eso permite entrar en muchos más lugares donde se necesita mayor densidad,

Queremos seguir siendo una empresa ágil, en donde hay un equipo motivado y con personas que estén felices de trabajar por el propósito de la empresa.

Estos son los sueños.

 

¿Cómo visualizas el futuro de la construcción en madera?

Yo creo que la construcción en madera tiene un gran futuro. Hoy en día estamos justo en un momento donde por diversas razones, tanto ambientales, como sociales y económicas, como país y como industria, estamos trabajando para encontrar una solución.

Esto no es algo que solamente esté haciendo FURŌ, hay muchas otras empresas que están pensando en madera, está la Corporación de la Madera, hay proveedores y todo un ecosistema.

La madera va a ser uno de los principales materiales que nos va a ayudar justamente a hacer viviendas cada vez de mejor calidad, también mejores térmicamente para reducir los costos de calefacción, energéticos en el fondo. Así que yo soy muy optimista, creo que como país tenemos una oportunidad gigantesca para ser innovadores en el desarrollo de tecnologías constructivas en madera.

 

¿Y dónde crees que están los obstáculos que no permiten avanzar?

Son varios, no podría decir solo uno. Hay un tema de normativa importante. Se pensó para la construcción en hormigón y en otros materiales. La madera es más flexible, se mueve y a la norma no le gustan mucho los movimientos. No quiere decir que algo se caiga porque se mueve y hay temas de paradigmas y de cargas que todavía se tienen que resolver, pero yo creo que sí va a ocurrir.

Cada vez más se están desarrollando este tipo de proyectos diseñados en madera masiva, están empezando a aparecer losas de CLT, en grandes construcciones.

Las personas y el mercado perderán el miedo, entenderán que la madera es un material, bien usado, muy bueno, de alta calidad y con muy buenas propiedades.

Hay temas culturales, normativos y de la industria. Esta última viene acostumbrada por décadas a una cierta forma de trabajo, como el usar hormigón armado y acero, entonces no es de un día para otro cambiar una manera de hacer las cosas. Tiene que atreverse a ciertos proyectos inmobiliarios en madera y eso va a ir rompiendo ese paradigma.

Estas tres cosas, la industria, la cultura y la normativa son fundamentales. Además, tiene que haber un incentivo a la construcción en madera, sería increíble que existiera por razones ambientales u otras.

Mira la entrevista completa acá.

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