Luis Gutiérrez: La historia del triatleta ciego que competirá en Pucón
Desarrollo LocalLa vida de Luis Gutiérrez cambió para siempre. Una bala que le atravesó el cráneo de izquierda a derecha, mientras se desempeñaba como gendarme, lo tuvo al borde de la muerte («un lamentable accidente», dice). Dos meses en coma y un daño permanente a su nervio óptico lo dejó ciego, una realidad con la que debió convivir luego de despertar.
Dieciséis años más tarde, el mismo Gutiérrez se prepara para competir en el medio Ironman de Pucón, la cita más importante del deporte combinado que se realiza en el país, en una historia que ni siquiera él podría haber imaginado luego del incidente.
«Es una locura, porque antes de quedar ciego hacía cero deportes, con suerte jugaba a la pelota», dice Gutiérrez, que se preparó a conciencia para intentar mejorar su marca de 5 horas y 31 minutos para los 1.900 metros de natación en el lago Villarrica, los 90 kilómetros de ciclismo de ida y vuelta entre Pucón y Rucananco, y los 21 km de trote por el centro de la ciudad.
«La clave es la confianza en los guías. El requisito es que sean tan locos como yo, ja ja, que les gusten los desafíos. Normalmente iba con tres guías, uno para cada disciplina, pero ahora voy con un amigo, ‘Folo’ de Trichile (Alfredo Follonier), que tiene muchos triatlones encima y que me va a ayudar muchísimo», admite Gutiérrez.
¿Cómo llega al deporte después de una vida sedentaria?
«No conocía el deporte paralímpico, solo salía a trotar. Cuando desperté del coma, sentía todo oscuro, llegué a pesar 110 kilos, me refugié, tal como mucha gente, en el alcoholismo, en las drogas, el cigarro, me cortaba los brazos; esa era mi vía de escape para lo que vivía. Hasta que un amigo me preguntó si quería trotar. ‘Estás loco, ¿no ves que soy ciego?’, le respondí. Pero empecé, me gustó y me metí tanto que tuve que cambiar de guía, porque el primero ya no podía seguirme el ritmo.
«Empecé a meterme mucho en el tema, buscar si había triatletas ciegos y me di cuenta de que en el extranjero sí, pero en Chile no. Me metí a la piscina, pero era difícil, chocaba con los muros, pero de a poco fui creciendo. Fui a Pucón, y en 2024 fui el primer deportista paralímpico chileno en completar un full Ironman, en Florianópolis, con un tiempo de 12 horas y un minuto».
¿Por qué eligió el triatlón y no otro deporte?
«Por la libertad. Para mí, el hecho de meterme al agua y soltar el bastón me da una sensación de libertad tremenda, o subirme a la bici, lo disfruto mucho. Cuando llego al punto de partida, no me siento ciego. Pero, además, me gusta mostrarle a la gente que sí se puede, que no esperen que les pase algo para empezar a hacer deporte. Me hubiera gustado haber hecho todo esto antes de ser ciego, no lo hice y me arrepiento. A veces pienso que la gente es más ciega que nosotros, porque no ve todo lo que puede hacer. Eso les digo, que aprovechen sus sentidos, porque yo antes usaba una placa, un uniforme, pero ahora soy mucho más libre».
Pucón es un lugar especial para los triatletas. ¿Cómo vive usted la carrera?
«Es especial. Pucón fue mi inicio como triatleta, he ido varias veces y, además, van muchos competidores de varios países. Por eso sirve para hacer notar que los ciegos también son deportistas, una tarea que estoy haciendo desde hace tiempo. Ya lo hicimos en el triatlón de Zapallar, con la empresa Arauco, y es una parte muy importante de mi carrera».
¿Y funciona? ¿Hay más atletas ciegos?
«Sí. En Pucón, por primera vez, habrá cuatro triatletas ciegos. Es espectacular, muy rico».
¿Qué es lo más difícil del triatlón? ¿Alguna disciplina le cuesta más?
«Para mí, el agua, sin duda. Voy amarrado al guía y recibo muchas patadas, braceadas. Es difícil enfrentar el oleaje, pero tengo que aguantar y aguantar hasta salir en el tiempo reglamentario. La verdad es que aguas abiertas es una locura.
«Después, en el ciclismo, el guía hace una gran labor: lleva el reloj, marca el ritmo en el que tenemos que ir, si tengo que apurar, si voy bien. Me avisa cuando viene una curva, una subida, una bajada, cuánto nos falta para la meta. En el trote es parecido, vamos unidos por una cuerda y él me va comentando cómo es el terreno mientras yo lo imagino».
Las actividades en Pucón comienzan hoy, con el triatlón sprint (750 metros de natación, 20 km de ciclismo y cinco de trote) en categoría Open, mientras que mañana se disputa el selectivo nacional en la misma distancia. La carrera élite será el domingo, con un pequeño cambio en el recorrido de la natación, que se concentrará en las cercanías de la calle Colo Colo, «para que la gente pueda estar más cerca», admite el director de la carrera, Christian Martin.