Según Desiderio Millanao, profesional mapuche y miembro del Foro “El trabajo del Foro BAVC es un hito en la expectativa de una nueva relación con pueblos originarios”

¿Qué le pareció el trabajo que hizo el foro BAVC?

Me ha parecido muy interesante. Tanto por el contenido de los temas que se están tratando y muy especialmente, porque estos temas se están dando en un contexto histórico considerando la entrada en vigencia del Convenio 169 de la OIT, una figura jurídica, sobre la cual se tiene la expectativa de proporcionar nuevos elementos para una relación más efectiva de los pueblos originarios con el resto de la sociedad.

También es un momento relevante de la sociedad chilena, en cuanto a que puede contribuir a crear las condiciones y aprovechar la oportunidad de poner en valor el conocimiento ancestral de los pueblos originarios. Una potencialidad, una fortaleza mediante la cual las culturas originarias, pueden hacer el aporte que la sociedad y el país espera. Este foro puede ser la antesala de un antes y un después. Un antes porque en torno al rol y la importancia de las culturas originarias, ha habido mucha ignorancia, por parte de la sociedad y un después porque marca un hito, un punto de partida, que nos pueda llevar a evaluar cómo se avanza o retrocede y como, en caso de retroceder, se hacen las enmiendas en conjunto para retomar el camino que se ha acordado. En este contexto, el foro ha dado las bases para una expresión de voluntades.

El grupo ARAUCO, según nuestros antecedentes, tiene un par de millares de kilómetros de frontera en común con comunidades indígenas. Esto es un antecedente que no está del todo despejado y no se puede obviar, pues tiene el valor de que efectivamente la relación con comunidades indígenas existe como expresión física. El desafío, entonces, es cómo la empresa la pone en valor para que una comunidad indígena, que tiene esa condición, pueda evaluar el vínculo físico con una figura empresarial, como una oportunidad y se constituya en un medio, para un intercambio de fortalezas, que las puedan llevar a un intercambio de tecnologías. Tenemos que empezar a entendernos. La empresa y los pueblos originarios, estamos llamados a cumplir un rol y deben empezar a dialogar, en cuyo contexto, probablemente el arribo a la superación de los temas pendientes, va ser el resultado de procesos donde el diálogo será el recurso más efectivo.