Educación Escolar con Madera

Publicado el 29-12-2014

En el Liceo «Víctor Bezanilla Salinas», de la comuna de Santiago, 555 alumnos se educan en diversas áreas técnicas, entre las que se encuentra Productos de la Madera. Su experiencia no sería la misma sin el apoyo de ARAUCO.

A esta enseñanza debería venir la mayoría de los jóvenes, porque esto es lo que necesita el país”, comienza diciendo Lautaro Carvajal, jefe de proyectos del Liceo “Víctor Bezanilla Salinas” de la comuna de Santiago. Lamentablemente, la realidad dice que les faltan alumnos.

Hasta II Medio entregan educación científico-humanista, pero al año siguiente los alumnos deben escoger entre refrigeración y climatización, edificación, instalaciones sanitarias, construcciones metálicas, y productos de la madera. Es aquí donde reciben una carga horaria de 42 horas semanales, dentro de las cuales tienen 9 módulos obligatorios y 3 complementarios del plan diferenciado. Ello les permite tener, a los tres años de egresados, al 90% de los jóvenes continuando estudios superiores o directamente integrados al campo laboral.

Cuando contaba a mi familia que estaba estudiando Productos de la Madera, me preguntaban ¿qué es eso? Al responderles hago muebles, me decían ¿por qué, para qué?, pero esto es algo que me gusta hacer”, cuenta Carolina Almeyda, alumna de III año medio, quien agrega “para incentivar a otros jóvenes a ingresar a un liceo técnico, debieran ver lo que hacemos, escucharnos cuando decimos me gusta lo que hago, esto es un incentivo para mí. El próximo año, cuando haga mi práctica, voy a poder decir qué rico, tengo que ir a trabajar”.

Los jóvenes realizan una práctica por la que les pagan desde 100.000 hasta 235.000 pesos mensuales. Las prácticas de más baja remuneración incluyen desayuno y almuerzo, además de un bono para transporte. Algo que sin duda les ayuda, ya que la mayoría de los estudiantes viene de familias vulnerables. Tanto así, que al poco tiempo de egresados de la educación media, obtienen ingresos superiores a los de sus padres.

Bryan Moreira, también de III Medio, indica que “este liceo entrega varias opciones y además con un incentivo monetario, te muestran distintos caminos. Vale la pena el esfuerzo de hacer las dos cosas al mismo tiempo: la teoría y la práctica”, refiriéndose a lo que significa estudiar y aplicar en taller lo aprendido.

En todas estas actividades ARAUCO está presente a través de donaciones de madera que permiten a los estudiantes hacer un ensayo de error, con lo que tienen la posibilidad de equivocarse sin tener que utilizar el material dañado. Además, permanentemente se complementa la experiencia educativa con la entrega de material pedagógico, libros, charlas y materiales.

La educación técnica, una vez más, demuestra que Chile es un país que la necesita más de lo que creemos.

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