Taller Vertical crea mobiliario y pabellones en Bosque Tlalpan con un diseño respetuoso de la naturaleza
Fruto de la creatividad y del trabajo colectivo de 500 estudiantes y 50 profesores de la Universidad Autónoma de México los visitantes del Parque Bosque de Tlalpan, ubicado en la Ciudad de México, cuentan con nuevos espacios públicos para descansar y disfrutar de la naturaleza. Se trata de 25 pabellones de “velarias con mobiliario de paisaje”, construidos en el marco de una actividad del Taller Carlos Leduc Montaño, de la Facultad de Arquitectura.
Como cada año, en el ejercicio del Taller Vertical alumnos y docentes de distintos niveles integraron conocimientos e ideas para generar arquitectura práctica aplicada a una situación particular, que en este caso fue intervenir un espacio verde con una propuesta de diseño que “fuera respetuosa de la naturaleza y, sobre todo, que se le pudiera potenciar, sacar provecho a ese emplazamiento… por eso el tema de este año fue ‘Lo orgánico del Paisaje’”, comenta el arquitecto Mauricio Durán Blas, Director del Taller Carlos Leduc Montaño, quien además destacó que para la actividad se contó con la colaboración de las carreras de Diseño de Paisaje y Diseño Industrial.
Acorde con los problemas ambientales de las ciudades, para los alumnos del taller el desafío era trabajar con materiales sustentables. Si en versiones anteriores se utilizaron tierra compacta y bambú, en esta ocasión las materias primas elegidas fueron tela y madera de ARAUCO: 252 piezas de vigas laminadas, 372 barrotes y 130 hojas de triplay. Con ellas se elaboraron tanto las velarias como el mobiliario que las acompaña.
“Las maderas de ARAUCO vienen muy bien trabajadas, las medidas cumplen con el estándar de mercado. Pero, sobre todo, la calidad es bastante buena, todos quedamos maravillados con los acabados; el triplay ARAUCOPLY se trabaja muy bien, tiene protección. De hecho, este mobiliario que hicimos ha estado expuesto al sol, la lluvia y ha resistido bastante bien. Sólo se le puso grasa natural para protegerla porque no le quisimos poner aceites o tintes ni cualquier cosa industrial, y hemos tenido muy buen resultado, estamos sorprendidos, se ve increíble”, indica Mauricio Durán.
El docente señala que antes de este proyecto, el Parque disponía sólo de instalaciones públicas que se arrendaban. Lo que se generó con este proyecto, es que la gente “tiene un espacio donde resguardarse cuando hace calor, para descansar, para hacer picnic. Curiosamente al principio no lo querían ocupar y preguntaban si había que pagar algo, si tenían que ir a algún lugar para pedir los espacios, pensaban que era una exposición… y lo que les dijimos fue ¡úsenlos!” Mauricio Durán sostiene que lo interesante es que algunos visitantes expresaron su deseo de comprar velarias y el mobiliario de madera. Hoy “la gente lleva sus cobijas y las ponen debajo de las velarias como si fueran cabañas de descanso. Es increíble ver cómo hacen fiestas, reuniones; el resultado y el beneficio público son increíbles… ¡hubo gente que nos propuso llevarlas a la playa!”, agrega.
De la experiencia en su totalidad, el arquitecto destaca que notaron que “este tipo de proyectos, pequeños, íntimos, con este tipo de materiales, a la gente le llama mucho la atención… se identificó con esta concepción más orgánica del diseño y que también se puede montar y desmontar. Como experiencia profesional nos deja claro que en áreas verdes ese diseño de mobiliario y de pabellones hace mucha falta. No basta con poner banquitas, kioscos, sino que se requiere otro tipo de espacios donde las personas se puedan acomodar, descansas, acostar”, concluye Mauricio Durán.
